El vocabulario que utilizamos en nuestra vida determina como nos sentimos y las cosas que hacemos. Para que entiendas el poder de las afirmaciones te dejamos este precioso texto de Ghandi:
En nuestra infancia las personas cercanas a nosotros hicieron comentarios acerca de nuestra personalidad, de nuestro comportamiento, de nuestro carácter. Independientemente de que esas afirmaciones fuesen verdad o no, han ido marcando las personas en las que nos hemos convertido.
Hay veces que ni si quiera es necesario que no haya dicho otra persona, nosotros mismos nos saboteamos con un pensamiento negativo y ahí se quedó. Aquí tienes algunos ejemplos:
- No sirvo para nada
- Todo me sale mal
- Tengo mala suerte
- No sirvo para esto
- Soy poco creativo/inteligente/atractivo...
... y una lista interminable de afirmaciones más.
Todas estas afirmaciones generan frustraciones, y han demostrado que "determinan" nuestro destino. Y ¿cómo lo hacen? A través de nuestro subconsciente.
Cuando a lo largo de nuestra vida nos decimos estas afirmaciones una y otra vez, acabamos por creérnoslas, de tal forma que cuando se presentan decisiones, actuamos como el tipo de persona que pensamos que somos.
Por ejemplo, yo durante toda la universidad llegué a pensar que no era creativa, porque me comparaba con los demás, pensaba que sus proyectos eran mejor que los míos y siempre que me tocaba alguna parte de diseño o creatividad intentaba evitarla. Esto ha determinado muchas decisiones a lo largo de mi vida. Tanto, que me costó mucho tomar la decisión de que iba a diseñar yo misma Mi Kaizen. No me consideraba suficientemente creativa, pero tampoco tenía recursos para contratar a un diseñador, así que me tocó diseñar. Aunque no fui consistente con mis afirmaciones sí que me recordaba de vez en cuando a mi misma: "Yo soy muy creativa", "Tengo la habilidad de ser creativa y crear cosas increíbles".
A día de hoy, lo que al principio me parecía una mentira al decirlo en voz alta, hoy me parece una gran verdad y lo creo con todo mi alma. Soy creativa y creo cosas increíbles con mi mente, con mis manos y con mi corazón.
Pero volviendo a la puesta en práctica... ¡es tu turno! Es hora de que cambies la historia que te has contado durante muchos años y empieces a darle la vuelta a tus afirmaciones.
No dudes en contactarnos si tienes alguna duda (: